Existe un sin fin de formas de elaborar estos preciados productos que el mar aporta a nuestra rica gastronomía. Desde aquí intentaremos enriquecer nuestros paladares con un amplio recetario.
Para 4 personas 4 tajadas de bacalao desalado (generosas) 5 dientes de ajo ½ guindilla 300 ml. de aceite virgen extra
Preparación:
Pon el aceite en una cazuela baja y amplia. Corta los ajos y la guindilla en laminas y dóralos sin llegar a quemar, que después amargan. Una vez dorados reserva la mitad del aceite de la cazuela en un bol. Pon los trozos de bacalao con la piel hacia arriba en la cazuela a baja temperatura y mueve suavemente en sentido giratorio la cazuela durante unos 8 ó 10 minutos, con el objetivo de que el bacalao suelte toda su gelatina o grasa. Haz la misma operación dando la vuelta al bacalao. Saca el bacalao en un plato hondo. Observaremos que en el aceite donde hemos confitado el bacalao han quedado unas bolitas blancas, pues bien, con la ayuda de un colador emulsionamos el aceite de la cazuela, y vamos añadiendo la grasa que ha soltado el bacalao una vez fuera. Una vez vertido toda la grasa, ahora añadimos el aceite que reservamos en el bol y seguimos emulsionando. Una vez conseguida una salsa espesa, (pil-pil) echamos el bacalao y calentamos a temperatura baja antes de servir.
Para servir ponemos un trozo de bacalao y lo cubrimos con el pil-pil, y adornamos con las láminas de los ajos y la guindilla.
Conchas finas Ajo Sal Pimienta negra molida Aceite.
La cantidad de conchas finas depende de las personas, lo ideal son de 8 a 12 almejas por comensal.
Lo mas complicado es la limpieza de la concha fina, para ello tenemos que abrirlas una a una con la ayuda de un cuchillo. Una vez abiertas quitamos toda las parte marrón del interior, eso que quitamos es el aparato digestivo de la almeja. Al quitarlo podemos obrservar que tiene unas piedresitas transparentes que son muy desagradables al comerlas. También debemos quitar la parte superior de las conchas.
Una vez que tenemos todas las almejas bien limpias, ponemos un poco de aceite en la plancha o sartén baja y colocamos las almejas con la concha en la plancha. Salpimemtamos y ponemos un poco ajo muy picadito en cada una de ellas y rociamos con un poco de aceite de oliva virgen. Una vez transcurridos de 5 a 8 minutos sacamos las conchas finas en un plato llano para servir y rociamos con un poco de aceite de oliva virgen.
Las conchas finas también pueden comer crudas. Solo habría que limpiarlas, salpimentarlas y rociar con un poco de limón.
La concha fina es una almeja muy sabrosa y económica.
"Mirad, señor doctor: de aquí adelante no os curéis de darme a comer cosas regaladas ni manjares exquisitos, porque será sacar a mi estómago de sus quicios, el cual está acostumbrado a cabra, a vaca, a tocino, a cecina, a nabos y a cebollas; y, si acaso le dan otros manjares de palacio, los recibe con melindre, y algunas veces con asco. Lo que el maestresala puede hacer es traerme éstas que llaman ollas podridas, que mientras más podridas son, mejor huelen, y en ellas puede embaular y encerrar todo lo que él quisiere, como sea de comer, que yo se lo agradeceré y se lo pagaré algún día", Capítulo XLIX, 'De lo que le sucedió a Sancho Panza rondando su ínsula'. (Segunda parte de "El ingenioso hidalgo").
De la obra "Lazarillo de Tormes"
"Pues ya que conmigo tenía poca caridad, consigo usaba más. Cinco blancas de carne era su ordinario para comer y cenar. Verdad es que partía conmigo del caldo. Que de la carne, ? tan blanco el ojo! Sino un poco de pan...Los sábados cómese en esta tierra cabezas de carnero y enviábame por una...aquella la cocía y comía los ojos y la lengua y el cogote y sesos, la carne que en las quijadas tenía, y dábame todos los huesos roídos... A cabo de tres semanas que estuve con él, vine a tanta flaqueza, que no me podía tener en las piernas de pura hambre. Vime claramente ir a la sepultura, si Dios y mi saber no me remediaran..."
"Rinconete y Cortadillo"
"...la Gananciosa tendió la sábana por manteles, y lo primero que sacó de la cesta fue un gran haz de rábanos y hasta dos docenas de naranjas y limones y luego una cazuela grande llena de tajadas de bacalao frito.Manifestó luego medio queso de Flandes, y una olla de famosas aceitunas, y un plato de camarones, y gran cantidad de cangrejos con su llamativo de calparrones ahogados en pimientos y tres hogazas blanquísimas de Gandul."
2 comentarios:
BACALAO AL PIL-PIL
Para 4 personas
4 tajadas de bacalao desalado (generosas)
5 dientes de ajo
½ guindilla
300 ml. de aceite virgen extra
Preparación:
Pon el aceite en una cazuela baja y amplia. Corta los ajos y la guindilla en laminas y dóralos sin llegar a quemar, que después amargan.
Una vez dorados reserva la mitad del aceite de la cazuela en un bol. Pon los trozos de bacalao con la piel hacia arriba en la cazuela a baja temperatura y mueve suavemente en sentido giratorio la cazuela durante unos 8 ó 10 minutos, con el objetivo de que el bacalao suelte toda su gelatina o grasa. Haz la misma operación dando la vuelta al bacalao. Saca el bacalao en un plato hondo. Observaremos que en el aceite donde hemos confitado el bacalao han quedado unas bolitas blancas, pues bien, con la ayuda de un colador emulsionamos el aceite de la cazuela, y vamos añadiendo la grasa que ha soltado el bacalao una vez fuera. Una vez vertido toda la grasa, ahora añadimos el aceite que reservamos en el bol y seguimos emulsionando. Una vez conseguida una salsa espesa, (pil-pil) echamos el bacalao y calentamos a temperatura baja antes de servir.
Para servir ponemos un trozo de bacalao y lo cubrimos con el pil-pil, y adornamos con las láminas de los ajos y la guindilla.
CONCHAS FINAS A LA PLANCHA
Conchas finas
Ajo
Sal
Pimienta negra molida
Aceite.
La cantidad de conchas finas depende de las personas, lo ideal son de 8 a 12 almejas por comensal.
Lo mas complicado es la limpieza de la concha fina, para ello tenemos que abrirlas una a una con la ayuda de un cuchillo. Una vez abiertas quitamos toda las parte marrón del interior, eso que quitamos es el aparato digestivo de la almeja. Al quitarlo podemos obrservar que tiene unas piedresitas transparentes que son muy desagradables al comerlas. También debemos quitar la parte superior de las conchas.
Una vez que tenemos todas las almejas bien limpias, ponemos un poco de aceite en la plancha o sartén baja y colocamos las almejas con la concha en la plancha. Salpimemtamos y ponemos un poco ajo muy picadito en cada una de ellas y rociamos con un poco de aceite de oliva virgen. Una vez transcurridos de 5 a 8 minutos sacamos las conchas finas en un plato llano para servir y rociamos con un poco de aceite de oliva virgen.
Las conchas finas también pueden comer crudas. Solo habría que limpiarlas, salpimentarlas y rociar con un poco de limón.
La concha fina es una almeja muy sabrosa y económica.
Publicar un comentario